Como si viajar al espacio exterior y explorar otros planetas no fuera suficiente, la NASA tuvo otra idea genial: ofrecernos a los terrestres la posibilidad de hacer “viajar” nuestro nombre a tierras marcianas mediante un boarding pass ofrecido en su web. Cuando me enteré, me apunté inmediatamente sin pensarlo ni un segundo. Pero cuando abrí mi ticket, se abrieron también en mi cabeza mundos enteros de posibilidades.
A Marte y más allá
Probablemente coincidas conmigo: este mundo es todo menos predecible. De un día al otro se inventan nuevas tecnologías que cambian completamente la forma de vivir, de comer, de dormir, de viajar, de pensar… Las noticias del mundo llegan y se van, fuertes, crudas y bien reales, para recordarnos algo de la fugacidad de nuestra naturaleza. Pero a la vez, nos dejan otro memorandum: que en esa fugacidad podemos ser eternos como especie.
Tanto es así, que en 2020 será posible llevar el propio nombre de viaje al planeta rojo. Hace poco la NASA abrió este formulario para que quienes lo deseen se embarquen, al menos nominalmente, a esas tierras desconocidas con que nos hicieron soñar a tantos, hace bastante Ray Bradbury con sus Crónicas Marcianas, y hace no tanto, Ridley Scott con The Martian.
El mundo que habitamos, y que por tanto tiempo no se sabía ni dónde terminaba, hace rato que en nuestra mente forma parte de algo más grande. Es que, la posibilidad de hacer viajes exploratorios a otros planetas nos crearon una sensación de unidad como terrícolas, de cercanía frente a la soledad de ser humanos, y más que nada, de que lo imposible no existe.
Así me sentí cuando abrí mi boarding pass a Marte: una ciudadana de esta Tierra que quiere y puede descubrir qué hay más allá.
https://www.instagram.com/p/ByEI44kJ9fP/
Marte es posible, ergo todo lo demás también
Si a mis bisabuelos les hubieran dicho que algún día se podría viajar a Marte, ellos probablemente no lo habrían creído. Habrían reído ante la loca ocurrencia, y habrían seguido con sus vidas.
Sin embargo, esos viajes ya son una realidad.
https://www.instagram.com/p/Bw2tSDag5Sy/
Da para reflexionar, ¿no crees? ¿Cuántas cosas pensamos que son imposibles y hasta nos reímos incrédulos de que nos puedan ocurrir? ¿Cuántos logros pensamos sólo viables para “elegidos” y ni consideramos siquiera que puedan sucedernos a nosotros? ¿Cuántas empresas iniciamos con entusiasmo y luego pinchamos con la aguja de nuestra propia incredulidad?
¿Cuántas empresas iniciamos con entusiasmo y luego pinchamos con la aguja de nuestra propia incredulidad?
Probablemente ya sepas cuál es ese imposible particular que te desveló por mucho y ya ni tienes fuerzas para retomar. Quizás estés ahora preguntándote si ese tipo de eventos maravillosos puedan ocurrirte a ti.
Pero la respuesta no la tengo yo: la tiene ese boarding pass a Marte que alguna vez pareció una locura y que hoy es una realidad.