Facebook, Twitter, Instagram, YouTube, WhatsApp, LinkedIn, Google+, y la lista sigue. ¿Alguna vez te pusiste a contar en cuántas plataformas, aplicaciones y redes estás registrada? Yo sí.
Reflexionando un poco sobre este tema con familiares y amigos, noté que las redes sociales dejaron de ser un “lugar de reencuentro” y que, en cambio, se expandieron y empezaron a tomar otros territorios de la vida, además de más espacio en nuestros teléfonos, ordenadores, ¡y mente! Eventos, foros, publicidad y hasta las noticias de todos los días aparecen sin aviso cada vez que ingresamos y escroleamos sin cesar.
¿Hay escapatoria? Sí, la hay.
Y la descubrí hace poco cuando decidí calcular cuánto tiempo pasaba conectada. Me descargué una app llamada Quality Time, que hacía justamente eso: me pasaba un informe de mis hábitos de conexión en aplicaciones.
Vale aclarar que yo no me consideré nunca antes una persona “adicta” a las redes. Sin embargo, al ver los resultados que arrojó la app me sorprendí bastante. Pasaba mucho más tiempo del que creía –y quería- inmersa en el mundo del social media e Internet en general.
Qué hice
Decidí realizar un “digital detox”, algo así como una limpieza o desintoxicación digital.
¿En qué consiste? En reducir considerablemente el tiempo que pasas online y frente a las pantallas. Te aconsejo algunos pasos que me sirvieron a mí (queda a tu criterio dejar pasar lo que no te sea útil):
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- Checa cuántos dispositivos con Internet tienes y haz una lista. Este es un gran consejo que dio la psicóloga y life coach Sally-Ann Law en el diario The Telegraph. Así sabrás por dónde empezar.
- Revisa el escritorio de tu smartphone. Borra una a una las aplicaciones que no usas nunca o casi nunca.
- Checa tu ordenador. Limpia el desktop, y siente cómo a medida que borras programas, se va liberando tu mente. Haz lo mismo con los e-mails viejos.
- Desuscríbete ¡de todo! Recomiendo para ello la app UnrollMe. Te avisará cada tanto cuando estés suscrita a nuevas cosas y si lo deseas, te desuscribirá en un click.
- Unfollow! Es importante que para esto no pienses demasiado. Deja de seguir a las cuentas de redes y a las personas cuyos posteos no te interesan realmente. Sentirás que una carga se va de tus hombros.
Deja de seguir a las cuentas de redes y a las personas cuyos posteos no te interesan realmente
- Vete de ese grupo de WhatsApp. Si lo estás pensando hace rato, ¡hazlo! Despídete con una frase cortés y vete. Nadie, creo yo, debería ofenderse por ello. Tú tienes derecho a liberar ese espacio de tu teléfono y de tu mente, ¿no crees?
- Elimina cuentas de redes sociales. Este puede ser el paso más difícil, pero es importante si sientes que el exceso de redes e información te está abrumando. Facebook tiene la opción de desactivar por un tiempo y la de eliminar definitivamente. ¡Tú decides!
- Cada tanto, no uses ningún dispositivo con Internet. Puedes comenzar con un día, luego algún fin de semana y, si te atreves, ¡pasar una semana entera o más sin conectarte!
Y después de ese “digital detox” puede que desees volver a usar o no alguna red social, o a seguir a alguien cuya vida descubriste que sí te interesa. Lo importante de esa “limpieza” es volver a cero (o casi), para replantearse qué es lo que sí le suma valor a nuestras relaciones y a nuestra vida, y así poder dejar ir aquello que no.
Cuéntame: ¿Te atreverías a hacer un “digital detox”? ¿Por dónde empezaría el tuyo?
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